miércoles, 12 de agosto de 2009
Más de Trujillo
Mon, 10 Aug 2009 10:22:00 Enviar Imprimir
Más de Trujillo
POR FRANKLYN DIAZ POLANCO*
*El autor reside en San Cristóbal
Advierto, de entrada, que mi propósito no es modificar a nadie sus preferencias, sino despertar un poco sus conciencias, por cierto muy dormidas.
El humano es el ser más desvalido de todos los mamíferos en sus primeros años. Sin embargo, ya desarrollado es superior a todos los vivos que habitan la Tierra.
Significa esto, que tocamos ambos extremos. Empezamos siendo los más débiles y luego a todos superamos.
No nacemos ni buenos ni malos. Tenemos libertad para seleccionar una de las dos. Desde luego, la sociedad nos enseña desde pequeño a través de la familia, las escuelas y demás partes del conglomerado social, que debemos ser correctos.
Una persona puede estar poseída de mil virtudes y, con tan sólo una cualidad negativa, derriba todas las demás. Esto no lo digo yo, lo dice la Biblia. Nacemos para ser buenos y la maldad es destrucción.
¿En qué caso la maldad infiere mayor daño cuando alguien con esas condiciones, posee el ejercicio del dominio de grupo, ya sea como líder, como guía o vocero de una parte de la sociedad, o de toda en general ?. Este último, es el caso de los gobernantes.
GOBERNANTE
Existen pocos datos acerca de la vida de Trujillo en sus primeros años. Se dice que fue desde su juventud de vida pulcra. También se ha dicho que en su fuero interno existía el sueño de ser Presidente del país. Todo esto puede ser cierto, por revelaciones que se han hecho en el discurrir del tiempo.
Lo que sí sabemos con exactitud, es que luego de ser guarda campestre en los campos de caña, ingresó a la guardia nacional como segundo teniente durante la ocupación americana del 1916. Fue a partir de ahí que empezó a proyectarse la figura de este hombre que, usando todo tipo de malicias y hábiles tramposerias, dominó al país por más de treinta años.
Hay quienes justifican el estilo despótico y totalitario de Trujillo durante todo su mandato, alegando que fue producto del período histórico que le tocó gobernar. Se olvidan de que años anteriores gobernaron figuras como Billini, Cáceres, Espaillat, que ejercieron gobiernos de corte civilista, de manos suaves.
¿Por que no siguió esos ejemplos?. La respuesta es que esa fue su agenda para perpetuarse. Era esta la fórmula idónea en su plan master para ejercer el dominio absoluto del país. Su personalidad, su temperamento y su molde draconiano se enmarcaban justamente a ese modelo de ejercer el poder.
TRABAJADOR
Es cierto que Trujillo fue un gran madrugador. Dormía poco. Esto reporta gran espíritu de laboriosidad. Tenía razón. El país era su empresa y la población adulta su empleomanía. Todo era de su propiedad, hasta el aire que se respiraba en toda la geografía del país. Cualquier idea expresada en contra de sus intereses, era para su organizado aparato represivo como envenenar el aire, y si una brisa traicionera llevaba el mensaje a oído de sus perros de presa, te mandaban a un viaje sin regreso.
Tenía razón el Jefe de estar despierto tantas horas al día, porque para lograr ejercer el control de una empresa de esa magnitud, es obvio que debía dormir muy poco.
Sería un desacierto no admitir que Trujillo casi construyó la nación dominicana, pero pudo ser otro si le hubiera tocado gobernar en ese momento. Todo país moderno tiene, por obligación, que contar con moneda propia, leyes y demás estructuras que lo definen como nación libre.
Algo más, los recursos utilizados para levantar todas esas obras, salieron de la riqueza ilimitada de ésta maravillosa Tierra, no de sus bolsillos. El solo fue su administrador y lo hizo tan bien que se convirtió en uno de los hombres más rico de esos tiempos. Dicho por él mismo en más de una ocasión.
Es muy fácil decir en esto momentos que vuelva Trujillo. Es como desenterrar un cadáver. Esto solo encanta y emociona en películas de terror, no en la vida real. Sigo pensando que es una forma de castigar a los gobiernos posteriores.
Pero a los que así piensan, les dejo esta no tan sencilla tarea cuya solución se resuelve más con el corazón que con el cerebro: ¿Si a usted en su papel de padre, aquel sistema le arranca para siempre de su lado uno de sus hijos por éste no profesar con ese modelo de gobierno de mano dura -como de hecho le sucedió a muchos padres- desearía usted el retorno de Trujillo al poder?
¿No han pensado ustedes que muchas de las barbaridades que han ocurrido en los gobiernos posteriores han sido consecuencia, en gran medida, de lo que aquel régimen protagonizó?
Sabemos muy bien, que luego de la muerte de ese coloso, quedaron dispersos muchos trujillitos.
Amigos todos, vivamos nuestra realidad, Trujillo está muerto, y los muertos, muertos son.
Figuras de la talla del perínclito de San Cristóbal aparecen cada mil años, y Matusalén -el que más respiró de todos los seres humanos- solo llegó a 969. Imagínense que ahora, tan pronto rebasamos los 60 años, nos da brega hasta levantarnos en la mañana. Por ese lado me alegro de no llegar a los mil.
Algo así dijo el Doctor Balaguer analizando a Trujillo en una de sus obras: “No entiendo como la naturaleza juntó en una sola persona tantas condiciones, que vistas con fría imparcialidad sobrepasan casi los límites de la imaginación”.
Finalmente un mensaje para los que simpatizan de ese sepultado sistema. El gran comandante argentino-cubano Ernesto Che Guevara, desde las entrañas de las selvas bolivianas dijo: “una vida humana vale más que todo el tesoro del mundo”.
¿Qué valor le dan ustedes, amigos trujillistas ?.
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