Asesinos de reputaciones | |||||
Matar reputaciones es el oficio predilecto de mediocres que se adueñan de los medios de comunicación en nuestro país. Aquellos que por no tener capacidad ni talento para otra cosa, se enganchan al mejor oficio del mundo para buscarse dinero mediante el chantaje y la extorsión. Estos sicarios de reputación vienen desde la tiranía trujillista, cuando desde El Foro Público, delincuentes disfrazados de periodistas recibían su paga por matar tanto moral como físicamente a adversarios de la dictadura. Aunque el sicariato estuvo reservado para quienes desde el crimen organizado están al servicio de los carteles para cobrar cuentas pendientes entre sus socios, todo luce indicar que estas bandas siguen operando desde los medios de comunicación. Recientemente, el doctor Ramón Antonio Veras (don Negro) pegó el grito al Cielo por la intentona criminal y vil de esos sectores, que al no lograr su objetivo de matar físicamente a su hijo, el abogado Jordi Veras, buscaron por esta vía asesinarle moral y espiritualmente. Aprovechando el desorden que caracteriza al Estado Dominicano, que no permite definir el rol de cada uno en la sociedad y por eso cualquier sujeto puede tomar el micrófono y comenzar a destruir honras bien ganadas de la gente. Tampoco el Colegio Dominicano de Periodistas cuenta con herramientas legales para imponer el orden en los medios masivos y el Poder Ejecutivo ni el Congreso Nacional tienen la voluntad de resolver ese asunto tan engorroso y así sacar de circulación a estos sicarios morales. Estos exabruptos de los enganchados a periodistas obliga a las autoridades a crear un marco legal y regulatorio, para que cualquier forajido no se enganche a esto, del mismo modo que los periodistas no podemos poner un Bufete de abogados o un consultorio médico. Los medios de comunicación deben ser obligados mediante ley a respetar el esfuerzo que hacen hombres y mujeres que van a una universidad a estudiar esta carrera, como lo dijera el presidente del CDP, Aurelio Enríquez, refiriéndose al tema en cuestión. Estos sicarios de la moral tienen su cara muy dura, se pudo ver a algunos de ellos intentando insultar la inteligencia de los dominicanos, arrogándose el derecho de recriminar al doctor Negro Veras por su legítima defensa al buen nombre familiar. Crear un nombre y mantenerlo limpio en la sociedad cuesta mucho sacrificio y quienes se dedican a asesinar reputaciones muy poca cosa tienen qué perder y por eso no lo piensan dos veces para agredir y ultrajar a lo más sano que todavía conserva el país. Esa es su misión, para eso son colocados en esas posiciones para difamar, como si la tarea fuera destruirlo todo y que finalmente todos terminemos siendo y haciendo lo mismo, alguien deberá poner coto a esto por el bien de la honra nacional y por respeto a la profesionalidad. alexalma0915@gmail.com tomado de almomento.net
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sábado, 25 de diciembre de 2010
Asesinos de reputaciones
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