sábado, 25 de diciembre de 2010

Fri, 17 Dec 2010 18:00:00

Petán Trujillo, personaje de película

Por JOSE C. NOVAS*
Petán Trujillo, en la cúspide de su apogeo.
Cada vez que leo en los medios las declaraciones del hijo de Angelita Trujillo, Ramfis Dominguez Trujillo, en referencia a la oposición de muchos a que se resalte la figura de Trujillo a través de un museo, que según ellos "expondrá la verdadera historia" y la obra de gobierno de su abuelo, cabe la interrogante: Por qué tanto interés de este joven en defender una causa salpicada de tantos abusos, injusticias, crímenes de estado y una interminable lista de cosas inaceptables en una sociedad libre.

Me parece que si la familia Trujillo se disculpara ante los familiares de las victimas y el pueblo dominicano, por los errores de sus antepasados, haría gran gesto.

Aparentemente Ramfis Dominguez Trujillo piensa en una vía, puede ver las obras físicas iniciadas por su abuelo, pero ignora las atrocidades, la imposición de falsos valores y el deterioro del pensamiento libre de todo un pueblo. Son muchos los que están dispuestos a defender la libertad que durante el período que los Trujillo y sus alabadores disfrutaban y los demás viviamos privados de ese derecho, por voluntad del tirano durante las tres décadas, todo a base de oprobio, autoritarismo y abusos.

Ramfis Dominguez Trujillo ignora que su abuelo se creyó dueño del país, y bajo su manto el robo y el abuso se extendió a casi toda su familia. Casos patéticos los encarnaron sus tíos Petan y Pipí, que en la primera etapa del régimen no tenían una mota y para 1950 eran millonarios a base del despojo a otros. Cuando fue creada la moneda nacional (el peso dominicano), Petán le estafó cinco millones al erario dominicano, protegido por la impunidad del gobierno de su hermano; fue con ese dinero que incursionó el negocio de la radio, creando en Bonao, La Voz del Yuna.

Existen decenas de anécdotas sobre Petán y sus violaciones sexuales a mujeres en la zona de Bonao, las que luego acomodaba con otros, especialmente con guardias de bajo rango; esta conducta dió vida a la picardia popular en acompasados merengues, como el caso del "Jarro Pichao". Petán hizo su gran robo al ordenarse la emisión del papel moneda dominicano; fue enviado a negociar con la empresa "De la Rue" en Montreal, Canadá las primeras partidas. Petán se cobijo en el poder de su hermano y el administrador del Banco de Reservas, que le sugirió un primer monto de cinco millones, en billetes de varias denominaciones, dinero que a su vez estaba respaldado en oro, que el gobierno dominicano depositó en la Reserva Federal de Estados Unidos. De ahi la inscripción de los billetes dominicanos que dice "Peso Oro". En Canadá Petán gestiona emitir los cinco millones y requirió a la empresa De la Rue que repitiera otros cinco con la misma serie, o sea un total de diez millones.

Los ejecutivos de la empresa se negaron a realizar tal operación, pero Petan logró que los cinco millones adicionales, se hicieran continuando el orden de la serie numérica de la primera partida, porque de esa forma "De la Rue" quedaba libre de responsabilidad en el fraude, que se veía venir con la patraña de Petan.

A su regreso al pais, Petán entregó al Banco de Reservas la suma acordada y retuvo en su poder los otros cinco millones; pero como la carne podrida no tarda en emitir olores, en pocos dias oficiales del Banco de Reservas observaron que circulaban billetes fuera de la serie controlada por el banco, el administrador se presentó ante Trujillo y le expuso el problema, el Jefe ordenó investigar el caso. Se determinó que el responsable del fraude era Petán y el dictador, furioso, lo mandó a buscar a Bonao con uno de sus matones mas decididos: el general Felipe Ciprián alias "Larguito". Dicen que aquello fue un drama digno de la mitología griega. En principio Petán quiso negarse a la invitación de Larguito para que le acompañara, pero Ciprián como guardia viejo le dijo que el jefe lo había mandado a buscar "vivo o muerto", que no lo forzara a cumplir esa orden.

Después de algunos ruegos, Felipe Ciprian y Petán tomaron la ruta de Bonao hacia la capital, pero en el camino inventaron una solución al problema que le esperaba y acordaron que el encuentro con el Jefe debia efectuarse en la casa de Dona Julia Molina, "excelsa matrona"; la anciana era el bálsamo para los pleitos entre la manada de gatos de apellido Trujillo

Fue con aquel capital que Petán fundó "La Voz del Yuna", mas tarde convertida "La Voz Dominicana" y luego Radio Television Dominicana.

Asi operaban los trujillos en sus dias de gloria; en una próxima entrega veremos otras ocurrencias de este personaje y de Pipí, que lo superaba cuando se trataba de meter la mano en lo ajeno.

*EL AUTOR es comunicador e historiador. Reside en Nueva Jersey.

tomado de almomento.net

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