miércoles, 14 de julio de 2010

AGORA.....**** UN NOBEL PARA LEONEL ?

Laura Castellanos

En medio del debate en torno a la posible reelección de Presidente Fernández, el sometimiento de un proyecto para proponer su nominación al Premio Nobel de la Paz ha causado revuelo. Con las acaloradas discusiones por la carrera presidencial, la propuesta corre el riesgo de confundirse entre las escaramuzas partidarias y las críticas a la actual gestión.

Una eventual nominación del Presidente Fernández al Premio Nobel de la Paz no es un reconocimiento a su política partidaria o a su gobierno. La evaluación a las gestiones y resultados gubernamentales corresponde al pueblo dominicano, que puntualmente pasa examen cada cuatro años. El Premio Nobel está por encima de los vaivenes electorales y las rencillas políticas: busca méritos en la defensa de los derechos humanos, la mediación de conflictos internacionales y el control de armas. Bajo esa perspectiva, los hechos a evaluar son otros. La imagen de un complacido Leonel Fernández al promover un abrazo de paz entre Álvaro Uribe, Rafael Correa y Hugo Chávez dio la vuelta al mundo en medio del alivio regional. Su discurso férreo a favor de la democracia y el rescate de Manuel Zelaya en medio de la agitación hondureña mostraron la convicción e iniciativa que faltó a otros líderes de la región. Ha mantenido esfuerzos para evitar un mayor conflicto entre Venezuela y Colombia, a la vez que su intervención y convocatorias luego del terremoto de Haití han logrado mantener la tragedia de ese país en la agenda internacional. Y su más reciente iniciativa, a través de Funglode, promueve el diálogo por la búsqueda de la paz en Oriente Medio.

Los gobiernos de Fernández tendrán, como todos, sus luces y sus sombras. Sin embargo, simpatizantes y detractores deben reconocer su habilidad y méritos en la construcción de un liderazgo regional que se consolida con su rol de mediador. Sus habilidades personales, sus conocimientos de política internacional y algo de suerte le han llevado a capitalizar problemas regionales para ofrecer soluciones que este hemisferio ha valorado positivamente. Y estas indiscutibles realidades, más allá de su gobierno, bien valen una nominación al Premio Nobel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario