lunes, 27 de julio de 2009

EL INDRHI Y LOS **ADENDUM** PRESUPUESTARIOS


El INDRHI y los “adendum” presupuestarios
POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ*


Como existen tantas indelicadezas en la administración pública, crece el clamor colectivo reclamando la acción presidencial para enfrentar la situación.

Conviene advertir, sin embargo, que cualquier acción persecutoria tiene que estar debidamente motivada –esto es, con pruebas contundentes- y no estimuladas simplemente por el rumor popular, que es muy parecido al oscilar de una veleta, o impulsadas por superficiales reportajes periodísticos.

La gente de la calle, la gente común, es muy proclive a dar como buena y válida cuanta versión inverosímil divulga cualquier ignorante y tiende a abogar inmediatamente por cercenar reputaciones y honores. Si por el populacho fuera, la guillotina -eliminada en Francia hace bastante tiempo- se estableciera en el país no solo en cada pueblo sino en cada esquina.

Sirva ésta observación de preámbulo a resaltar la necesidad de que todos los casos de supuesta o alegada corrupción actualmente sobre el tapete, se escruten por delante, por detrás y hasta el fondo.

En el caso del INDRHI, por ejemplo, hemos hecho en los últimos días múltiples indagaciones que nos han permitido despejar un poco la nebulosa creada por un programa de televisión respecto a los denominados “adendum” o agregados que se hacen a los presupuestos de obras.

REALIDADES

Las determinaciones que hemos hecho no nos dan base a descartar, de plano, la existencia del fantasma de la corrupción, pero por lo menos nos edifican de los procedimientos que en la práctica se emplean aquí cuando de obras de emergencia se trata. Estos procedimientos, estas realidades, deben ser (y no lo son) de conocimiento general.

Cuando se inicia la ejecución de un proyecto, se arranca sobre la base de un presupuesto, que es la estimación de los costos probables. Durante el curso de la ejecución surgen una serie de elementos que no fueron previstos originalmente y que generan costos adicionales.

La responsabilidad de la institución es garantizar la ejecución del proyecto desde el punto de vista técnico y funcional. Por eso, inmediatamente surgen elementos nuevos, es responsabilidad de la institución evaluar su naturaleza y autorizar, si procede, su incorporación al presupuesto original.

Así las cosas, cuando surgen elementos nuevos –como son partidas o incrementos- deben ser evaluados a través de las diferentes instancias, en el caso del INDRHI la Gerencia de Proyectos y la Gerencia de Planificación. Una vez se evalúa la sustentación de esos costos adicionales, se procede a elaborar un presupuesto complementario o en su defecto a reformular el presupuesto existente. Es ahí cuando surgen los “adendum”, enmiendas o agregados.

TODOS SUBEN

Ultimamente se ha querido satanizar los “adendum”, pero hablemos claro: en el país no hay una sola obra de importancia que haya sido ejecutada o concluida con la inversión contemplada en sus inicios. No solo las obras pequeñas –como las que ejecuta el INDRHI- sino las grandes de toda índole que se han materializado en el territorio nacional en todos lo gobiernos.

Los “adendum” –es bueno recalcarlo- son modificaciones que se introducen a los contratos para incorporar al mismo elementos que han variado en relación con lo que se estimó originalmente. Muchos agregados obedecen a que el tiempo de trabajo se extendió y los precios de los materiales subieron. En algunos casos la obra arrancó por un lado y luego se vio la necesidad de cubrir otro lado.

La mayoría de las obras que ejecuta el INDRHI, por ejemplo, son el resultado de los efectos devastadores dejados por las tormentas y esto le confiere la categoría de obras de emergencia. Las obras de emergencia comienzan apresuradamente y no hay tiempo para hacer todos los estudios técnicos. Hay que arrancar de inmediato debido a la presión social.

Cuando se produce una tormenta, un desbordamiento o un colapso de una obra hidráulica, hay grandes extensiones agrícolas amenazadas y los productores exigen y esperan acción oficial urgente del organismo oficial responsable.

Hay que restablecer el riego de inmediato y lo que se hace es una evaluación preliminar porque no existen las condiciones para elaborar un presupuesto definitivo. Con el paso de los días -esto es, más adelante-, cuando se tienen todos los elementos técnicos, se procede a la formulación del presupuesto definitivo de la obra. No es que el presupuesto pase antojadizamente de una suma a otra, es que el costo inicial nunca fue el real porque se puso en un momento en que no existían todos los elementos para cuantificar.

El tema es largo y seguiremos luego.
Pimentelmunoz_jose@hotmail.com

NOTA: pIMENTEL ES UNOS DE LOS PERIODISTAS DE SAN CRISTOBAL, CON MEJORES CONOCIMIENTOS DEL PERIODISMO NACIONAL Y UN GRAN INVESTIGADOR CUANDO ESCRIBE ALGO ES PORQUE TIENE BASE Y DOCUMENTOS EN LAS MANOS ( ANGEL CABRERA SANCHEZ)

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